LA ENTIDAD PARASITARIA QUE MATÓ A UNA NIÑA, EL EXPEDIENTE VALLECAS

Este es un caso real de un suceso de parasitacion extrema de entidades parasitarias tras utilizar la ouija, ya he dicho en anteriores videos que es muy peligroso contactar con dimensiones paralelas , con los seres que habitan en ellas, si no los ves o presientes sus vibraciones , mejor no intentarlo, siempre hay que hacerlo con la supervisión de alguien experto en estas prácticas , nunca debe de hacerlo nadie inexperto, ya que pueden ocurrir desgracias como la siguiente que os paso a relatar

Marzo de 1990,  Estefania Gutierrez Lázaro de 18 años de edad, practica  la Ouija en compañía de varias compañeras en los lavabos del Instituto. Una de ellas estaba empeñada en conectar con un novio suyo fallecido en accidente de moto.

Una profesora las sorprende  y rompe la cartulina con la que habían improvisado un tablero de  Ouija, tirando el vaso que utilizaban al suelo, el cual se rompe en mil pedazos,  dejando la puerta abierta hacia la dimensión con la que habían contactado, esto es muy peligroso ya que si no se cierra la puerta , la entidad con la que contacten queda adherido a los participantes de la sesión . 

Un humo blanco que durante la sesión  había llenado El vaso ,sale al romperse el vaso y entra por la nariz y boca de Estefanía Gutiérrez.

Cuando el vaso se llena de un vapor o humo  , significa que la entidad que se comunica con el tablero se ha depositado en él, para hacer el contacto mas potente, mas directo.

 Las entidades que poseen objetos y personas son  muy fuertes, son entidades parasitarias virulentas que están al acecho para alimentarse de los inocentes que caen en la trampa del contactismo.

Al entrar ese vapor por la nariz de Estefanía, esta fue poseída por la entidad, había entrado de manera física, el vapor era su medio de transporte físico

Desde entonces, la niña comenzó a tener convulsiones , posesiones y estados alterados de conciencia en los que afirmaba que veía figuras a su alrededor que la llamaban por su nombre. Estas figuras eran un grupo de personas altas, famélicas, delgadas, que dándose la mano y formando un corro a su alrededor la llamaban y le decían: “Ven, ven hacia nosotros”. 

Había situaciones en las que su cuerpo era poseído por una fuerza sobrehumana, en las que arremetía rabiosamente contra sus propios hermanos y otras en las que hablaba con voz ronca de hombre, de una fuerza poderosa que llegaba incluso a proferir graves insultos.

Durante seis meses, Estefania visitó distintos Centros de Salud y ningún médico pudo certificar, qué tipo de enfermedad padecía. Desgraciadamente el 14 de agosto de 1991 a causa de uno de los ataques de posesión  y haber vomitado un líquido negro es llevada al hospital Gregorio Marañón en coma profundo , poco después  fallece en extrañas circunstancias. 

Según palabras de los Doctores Pedro Cabeza y Gregorio Arroyo “su muerte fue súbita y sospechosa”.

Pero la entidad que había acabado con la niña ,  no tenía suficiente y en la casa  comenzaron los fenómenos paranormales. 

Las puertas de los armarios y habitaciones se abrían y cerraban violentamente, los aparatos eléctricos se encendían y apagaban solos , objetos decorativos como cuadros y fotografías se movían solos , salían volando chocando contra las paredes y suelo agresivamente 

La virulencia de los fenómenos fue en aumento, cada vez los movimientos de objetos eran más comunes y agresivos  ,además  de seres Sombra y figuras etéreas que comenzaron a acosar a la familia .

Una noche, estando Concepción Lázaro acostada en la cama, sintió que había algo que la estaba aprisionando, la tenía paralizada y la atacaba violentamente.....

La situación se volvió tan desesperada que incluso instalaron alarmas de movimiento en diferentes estancias de la casa. Una de ellas la pusieron en el pasillo y mientras estaban en el salón viendo la televisión , a altas horas de la noche , sonó la alarma. La familia salió corriendo al pasillo, pero allí no había nada ni nadie.

En una de las habitaciones  donde dormían dos de las hermanas de Estefanía en una litera pegada a la pared, escuchan un fuerte golpe  que las despierta y ven un ser sombra  que reptando por el suelo poco a poco va entrando a la habitación acercándose a ellas , acechandolas , las niñas gritaban presas del terror , la madre , alertada por los gritos corre a la habitación, en ese momento el ser sombra se desvaneció.

 En una ocasión,  Una de las fotografías de Estefania ardió sin motivo quedando intacto el marco y cristal que la sujetaban. La fotografía la tenía la madre de Estefanía encima de un cubre radiador de mármol. 

Cuando ésta se da cuenta de que falta la foto de su hija, mira hacia el suelo y allí la encuentra boca abajo, al cogerla y darle la vuelta, observa con estupor cómo la fotografía de su hija aparece medio quemada y sin embargo el marco y el cristal de la misma, están intactos.

La madrugada del 27 de noviembre de 1992, la Comisaría de Vallecas Moratalaz, recibe una llamada sorprendente. En la calle Luis Marín número 8, se estaban produciendo una serie de fenómenos paranormales. 

Según el testimonio del padre de familia, los cuadros y crucifijos de la casa estaban dando vueltas y en mitad del pasillo han visto una figura oscura y alta  que estaba allí aguardándoles. 

Hasta allí se desplazaron dos coches patrulla de la Policía Nacional 

 Eran las 2:30 de la madrugada y el inspector Jefe José Negri lo primero que se encuentra es a la familia Gutiérrez Lázaro en la calle aún a pesar del frío que hacía en aquella noche de noviembre.

Estando los seis policías en el salón junto con la familia, se quedan atónitos al ver cómo una de las puertas del mueble bar se abría y cerraba violentamente 

  Es entonces cuando a tenor de este fenómeno, cuatro de los seis policías deciden irse y quedarse en el portal del inmueble.

Mientras uno de los policías se queda en el comedor junto a Concepción Lázaro, el Inspector José Negri y Máximo Gutiérrez entran en la habitación de la hija fallecida de éste , en la puerta de la habitación , como método de protección ante las  presencias demoníacas , ya que es ahí donde todo había comenzado, habían colocado un crucifijo   . 

La habitación tenía salida a una terraza y mientras revisaban la habitación, escucharon un gran estruendo en la terraza, en donde al salir corriendo a ésta no hallaron nada ni a nadie. 

Al salir de la habitación se fijaron de que algo había arrancado el Cristo de la Cruz de madera en la que estaba adherido y había dejado la marca de tres arañazos en el póster y la puerta  sobre la que estaba colgado el crucifijo. 

Allí le cuenta Máximo al inspector que estando un día con su hijo charlando en la habitación, una fuerza extraña lanzó a su hijo de un lado a otro de ésta.

Por otro lado, pudieron comprobar que en el mantel que tenía la mesita en la que estaba el teléfono, en el recibidor , aparecía una mancha de color marrón identificada como babas,ectoplasma, una prueba física de las presencias interdimensionales  y espíritus

También es inspeccionado el lavabo por el inspector Negri, el cual era centro de fenómenos de voces demoníacas , bajadas de temperatura y apariciones , el cual ante el pavor que producía a la familia lo utilizaban de trastero. 

Al entrar en él José Negri, sintió  como un frío helado le calaba hasta los huesos, según sus propias palabras: “Un frío que no había sentido nunca”.

El resumen de lo acontecido de madrugada en aquel domicilio, quedó reflejado en un informe oficial que ha pasado a los anales de la historia paranormal .

La familia Gutiérrez Lázaro acabó vendiendo su vivienda y por fin encontraron la tan ansiada paz, en un nuevo domicilio. 

En la actualidad ya no se han vuelto a producir más fenómenos paranormales en el domicilio y la familia tampoco a vuelto a tener experiencias de ese tipo, la explicación es porque esas entidades seguían a la niña , quien fue la que conectó con ellas, que se quedaron en el lugar para drenarlos energéticamente y acabar con toda la familia después.

PARTE POLICIAL SOBRE EL CASO:

Comisaría de Vallecas, Madrid, 02.30 AM, en el domicilio de Concepción Lázaro, sito en la calle Luis Marín número 8, el inspector jefe José Pedro Negri entraba acompañado de tres policías. Minutos antes habían recibido en la central de la Comisaría del Distrito de Vallecas la desesperada llamada de auxilio que hacía Máximo Gutiérrez, el dueño de la casa en la que se encontraban. El motivo por el que fue requerida su presencia era absurdo e increíble a ojos de los oficiales: en el interior del hogar de los Gutiérrez-Lázaro se estaban produciendo fenómenos paranormales.

El lógico escepticismo con el que los policías cruzaron el umbral del inmueble “encantado” acabó por transformarse en auténtico pavor cuando los fenómenos extraños, lejos de apaciguarse ante su presencia, continuaron manifestándose con más fuerza. Poco después abandonaban el lugar convencidos de lo que habían vivido al interior de aquella humilde construcción no poseía una explicación natural.Y así lo reflejaron en el expediente que redactaron para dar parte del acontecimiento, un documento importantísimo en el cual queda patente la posibilidad de que los cuerpos de seguridad, en la madrugada del 27 de noviembre, se toparon frente a una poderosa manifestación de un verdadero poltergeist. Del trascendental informe se extraen los párrafos más destacables:

“…a las 2.40 horas por el canal 7 de H-50 llama Z-2 y manifiesta que, una vez se ha entrevistado con la familia y observado el interior de la casa, según comunica, se le ha puesto el vello de punta…que estando sentados en compañía de toda la familia, pudieron oír y observar cómo una puerta del armario perfectamente cerrada, cosa que comprobaron después, se abrió de forma súbita y totalmente antinatural, lo que provocó que uno de los miembros de la policía, preso de nervios, desenfundara su arma reglamentaria.

“…que momentos después pudieron percatarse y observar cómo en la mesa que sostenía el teléfono y concretamente sobre el mantel, apareció una mancha de color marrón consistente que el Z-2 identifica como babas…que en el recorrido que hicieron por las distintas habitaciones de la casa, observaron un crucifijo de madera al que, el fenómeno al que estamos haciendo referencia, le había dado la vuelta, arrancándole el Cristo adherido al mismo. Que, según manifiesta una de las hijas, tomó el Cristo del suelo y lo puso detrás de la habitación junto a un póster produciéndose también de forma súbita y extraña, tres arañazos sobre la imagen…”

Pese a que el Expediente o Caso Vallecas estalló a finales de 1992 y se difundió con rapidez a través de los medios de comunicación españoles, los hechos habían comenzado un año antes.

Tras una larga y penosa enfermedad, el padre de Concepción Lázaro fallecía con sus facultades psíquicas y físicas visiblemente mermadas. Los meses anteriores habían sido un infierno para sus allegados, que veían impotentes cómo aquella vida se consumía. El anciano, víctima de enajenación mental, se mostraba amenazante con cualquiera que entrara en la habitación en la que habría de pasar sus últimos días, especialmente con su hija, para la que instantes antes de morir tuvo unas inquietantes palabras: “te haré mucho daño en la vida”.

Semanas más tarde la tragedia continuaría cebándose cruelmente con los integrantes de la humilde familia. Estefanía, la hija mayor, comenzó a sufrir extrañas convulsiones que desembocaron en un estado de coma aparente. Los médicos no daban con el mal que acosaba a la joven, una dolencia que según se supo posteriormente se desencadenaría a raíz de la práctica de una sesión de ouija. Los asistentes a la experiencia afirmaron que, una vez iniciada la misma el vaso utilizado estalló en mil pedazos y de la nada surgió una especie de neblina que se introdujo en la nariz de Estefanía. Las jornadas posteriores al suceso fueron un calvario para la joven y sus familiares. Los ataques catalépticos eran cada vez más frecuentes y al recobrar el conocimiento no cesaba de repetir que veía un pasillo con mucho humo y personas cogidas de la mano que la llamaban insistentemente.

Seis meses después de la muerte del abuelo, Estefanía entró en coma irreversible y no volvió a despertar jamás. A partir de ese momento la tranquilidad no regresó al hogar. Los fenómenos paranormales comenzaron a manifestarse en formas de simples golpes en la puerta del salón a insoportables ruidos. La familia, asustada, decidió colocar sillones y una mesa de mármol para obstruir la entrada, pero éstos elementos, aunque de gran peso, fueron empujados y desplazados por una fuerza descomunal que se hallaba detrás de la puerta. Los inquietantes acontecimientos se vieron acrecentados cuando un cuadro que contenía la fotografía de la joven  empezó a arder para luego caer al suelo. La imagen de Estefanía había sido partida por unas llamas sobrenaturales que aparecieron cuando nadie lo esperaba, despertando el temor latente en una casa en la que comenzaron a ocurrir sucesos cada vez más inquietantes. 

El presente texto ha sido extraído del libro “Poltergeist, una incómoda realidad” por Lorenzo Fernández.



VIDEOS SOBRE EL EXPEDIENTE VALLECAS: