los Gremlins

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Los gremlins son unas pequeñas criaturas, popularizadas por una película norteamericana de 1984 (Gremlins, vaya coincidencia), que se caracterizan por sus habilidades para destrozarlo todo y por una naturaleza inquieta y malévola que los hace unos temibles enemigos. Comunes en la tradición mitológica anglosajona desde al menos el siglo XV, no se volvieron populares en el resto del mundo hasta la segunda mitad del siglo XX (gracias, en gran medida, a la película antes mencionada).
Pero estos pequeños monstruos tuvieron unas apariciones particularmente célebres unos años atrás de su película. Durante la Segunda Guerra Mundial las quejas de los pilotos de la Real Fuerza Aérea Británica sobre las acciones de estas particulares criaturas en sus aviones se volvieron casi que cotidianas. ¿Qué habrá llevado a los Gremlins a ensañarse contra la fuerza aérea británica?

Las primeras apariciones de los pequeños monstruos

La aparición de los Gremlins no se dio en la Segunda Guerra Mundial. Desde varios años antes, y en particular desde la fundación de la RAF en 1918 (en reemplazo del antiguo Real Servicio Naval Aéreo). El caso más sonado en aquel entonces sería el de una aeronave que se precipitó desde los cielos en 1923 y se vio obligada a acuatizar: el piloto, que sobrevivió de milagro, afirmaría que fue testigo de cómo unas pequeñas criaturas causaban alboroto en la aeronave al punto de llevar a su fallo, principalmente por alterar los motores y los controles de vuelo.
Pero lo más interesante es que en ocasiones las criaturas eran no solo amigables, sino un verdadero salvavidas. Este fue el caso del renombrado aviador estadounidense Charles Lindbergh, quien reportó la aparición de estas criaturas en un vuelo de Nueva York a Paris en 1927. De acuerdo con el piloto, cuando llevaba 9 horas de vuelo de pronto se sintió alejado de la realidad, como si una serie de vahos limitaran su visión, y vio surgir de la nada una serie de pequeñas criaturas que parecían habitar en las esquinas de su aeronave.
Lindbergh contó que los gremlins lo mantuvieron alerta y se aseguraron de que permaneciera seguro durante su viaje (que era toda una odisea en este periodo). Las criaturas parecían tener un conocimiento profundo de la navegación aérea y los equipos de vuelo, lo que hizo pensar al piloto que habitaban en el avión y lo observaban cuando lo manejaba.

Los Gremlins en la Segunda Guerra Mundial

Sería en la Batalla de Inglaterra cuando estas criaturas alcanzaran la cúspide de sus apariciones, para luego desaparecer misteriosamente. Los pilotos que eran más comúnmente víctimas de las criaturas pertenecían a las Unidades de Reconocimiento Fotográfico (PRU, por sus siglas en inglés), que por sus misiones de espionaje viajaban sin armamento y sin escolta a gran altura tomando fotografías de alta calidad del territorio enemigo. Dichos pilotos solían reportar fallas que desaparecían misteriosamente al aterrizar o incluso reportaban la aparición de pequeñas criaturas, de sonidos inexplicables y de arañazos en el fuselaje.
Las denuncias pronto alcanzaron otros pilotos, ya especializados en combate. Preocupado, el Ministerio Aéreo Británico incluso creó una comisión para investigar el caso que incluía un “experto en Gremlins”: el piloto oficial Percy Prune, quien creó una especie de guía indicando las actuaciones más comunes de las criaturas y los escenarios en los que había que tener cuidado de ellas.
Tras la Guerra los Gremlins parecieron desaparecer. Quizás se debe a que, como creían muchos británicos, eran en verdad aliados de los alemanes, una particular ayuda que los germanos consiguieron en el plano sobrenatural. O quizás los nuevos aviones, más modernos, no tenían espacio para estas jugarretas. No podemos saberlo, pero sí recordar que un día la fuerza aérea más poderosa del mundo tembló ante el poder de los gremlins y el peligro que representaban para su causa.
La primera controversia surge con el origen de la palabra gremlin. Para algunos, deriva del antiguo término británico gremian (reventarfastidiarenojar). Otro posible origen es el verbo germano griemelen/grimmelen/gremelen. Una tercera posibilidad sería su procedencia gaélica, en concreto del término gruaimin (pequeño malhumorado).

Sea cual sea su origen, el término gremlin comenzó a utilizarse en el argot de los aviadores de la Royal Air Force (RAF) en Malta, Oriente Medio e India. Una de las primeras referencias escritas de estos seres apareció publicada el 18 de abril de 1942 en el número 13 del Royal Air Force Journal. Hubert Griffith cuenta que la creencia en los gremlins se remonta a la I Guerra Mundial.
13 años antes, el 10 de abril de 1929, la revista Aeroplane publicó un poema en el que se describe a los gremlins de una forma muy peculiar. El siguiente es un extracto de dicho poema (la traducción puede no ser 100 % exacta, pero sí muy aproximada):

Esta es la historia de los Gremlins
(...)
y créeme, patán, es cierta.
Cuando estés a siete millas de altura en el cielo,
lo que es un infierno de soledad,
y estés a cincuenta bajo cero,
lo que no es precisamente calor.
(...)
Cuando estés a miles de millas de ninguna parte.
(...)
Entonces verás a los Gremlins,
verdes, amarillentos y dorados,
masculinos, femeninos, asexuados,
Gremlins jóvenes y también viejos.
No es bueno intentar esquivarles,
lo que has aprendido en la base
no te ayudará a librarte de un Gremlin,
aunque te eleves, bajes o zigzaguees.
El blanco moverá tus alas,
los machos borrarán tus mapas,
los verdes se beberán tu anticongelante,
las hembras agitarán tus alerones.
Los rosas (...) harán piruetas sobre tu hélice,
hay un gremlin redondo de mediana edad,
que girará sobre tu cola como una peonza.
Estropearán los objetivos de tu cámara,
masticarán los cables de tu alerón,
los doblarán, romperán y destrozarán,
meterán horquillas entre tus llantas.
Y esa es la historia de los Gremlins,
como la cuenta la PRU,
(P)robablemente (R)ara e in(U)sual para muchos,
pero un hecho, a pesar de todo, para unos pocos.

Son muchos los testimonios de aviadores que narran sus supuestos encuentros con gremlins. Muchos de los pilotos afirmaban haberlos visto manipulando sus aparatos. El folklorista John Hazen describió cómo en una ocasión encontró un cable partido con visibles marcas de dientes, en una zona innaccesible del avión. Aseguró haber escuchado una voz cavernosa que le dijo: ¿cuántas veces debo decirte que obedezcas órdenes y no te metas en lo que no sabes hacer? Así es como se hace. En ese preciso instante, oyó un nuevo ruido y otro cable partirse...
Las descripciones de los gremlins eran sorprendentemente parecidas, incluso entre pilotos enemigos: medían aproximadamente 40 centímetros, con cabezas y orejas grandes, sonrisa siniestra y enormes colmillos. Reportaron también su intolerancia a la luz brillante.
Los pilotos afirmaban que los gremlins aparecían de entre las nubes y caían en picado sobre el morro del avión. Aunque se popularizaron durante la II Guerra Mundial, algunas fuentes afirman que existen testimonios que se remontan a la I Guerra Mundial, aunque no existe constancia gráfica alguna.
Los escépticos no tardaron en afirmar que el estrés del combate y la falta de oxígeno a grandes alturas podían causar tales alucinaciones. Del mismo modo, era la excusa perfecta para justificar los habituales fallos mecánicos que se producían en los aviones, en una época temprana en la que la fiabilidad era mucho menor que en la actualidad. Algunos pilotos, incluso, llevaban en la cabina pequeños muñecos de trapo emulando gremlins, como protección o amuleto frente al posible ataque de dichos seres.
Por otra parte, se considera que el escritor Roald Dahl (Charlie y la Fábrica de ChocolateMatilda...) fue el primero en dar a conocer a estas criaturas fuera del ámbito de la aviación. Cuando cumplía su servicio militar en el 80º escuadrón de la RAF en Oriente Medio, sufrió un aterrizaje forzoso en el desierto libio. En 1942 escribió la novela Los Gremlins, en la que llamaba a los gremlins masculinos widgets y a los femeninos fifinellas. El manuscrito llegó a Walt Disney, quien consideró hacer una película que finalmente no se realizó, aunque la historia sí fue publicada a finales de 1942 en la revista Cosmopolitan. 
Termino este artículo con un par de curiosidades referentes a nuestros perversos protagonistas. En 1963, un capítulo de la conocida serie En los Límites de la Realidad (The Twilight Zone) titulado Pesadilla a 20000 pies (Nightmare at 20000 feet), dirigido por Richard Donner, mostraba a un gremlin atacando a un avión. Un pasajero (William Shatner, el capitán Kirk de Star Trek) observa aterrorizado cómo una criatura de aspecto simiesco comienza a destrozar uno de los motores del ala del avión en el que vuela. Lo toman por loco cuando Shatner destroza una de las ventanillas en pleno vuelo para ahuyentar de un disparo a la extraña criatura...
Por último, y como curiosidad literaria, el término gremlin se ha incorporado a la jerga de las editoriales e imprentas y de los correctores de textos, sobre todo para referirse a aquellas faltas de ortografía, de gramática, errores tipográficos y similares que aparecen en un texto publicado, incluso después de haberlo repasado en varias ocasiones antes de su publicación. Se supone que dichos gremlins aparecen en el camino entre el corrector de textos y la imprenta.
Esta es la historia de los gremlins; unos personajes con una curiosa historia que, como hemos comprobado, va mucho más allá de la mítica película ochentera de Joe Dante.
El audio del programa en el que hablan de este tema, programa nº386 de Voces del Misterio, está disponible en Ivoox y podéis escucharlo y/o descargarlo aquí.



VER VIDEO SOBRE GREMLINS,HECHOS REALES:


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