EL WETIKO,INFESTACIÓN ESPIRITUAL

Resultado de imagen de el WetikoHay un término que puede ser muy relevante para lo que estamos viviendo como civilización: wetiko. Este término es usado por los indígenas nativos americanos (wetiko para los algonquin, windigo para los ojibwa) para describir la forma de pensamiento que se desarrolla entre personas que practican el canibalismo, como si fuera el virus mental del canibalismo. Se dice que este patógeno engaña a su huésped y lo hace creer que obtener la fuerza vital de los demás (plantas, animales, personas, etc.) es una forma lógica y racional de existir. En otras palabras es el virus del egoísmo, o lo que Paul Levy ha llamado en su libro Dispelling Wetiko “egofrenia”, el egoísmo intrínsecamente como una enfermedad que impide reconocer la realidad de que vivimos en un mundo interdependiente, que toda la vida tiene el mismo valor intrínseco y que en realidad no existimos como egos separados.Resultado de imagen de libro Columbus and Other Cannibals
En su libro Colombus and Other Cannibals, el historiador de la cultura nativo americana Jack D. Forbes describe la creencia común entre comunidades indígenas de que los conquistadores europeos estaban crónicamente infectados de wetiko. “Trágicamente, la historia del mundo en los últimos 2 mil años es, en gran medida, la historia de la epidemiología de la enfermedad del wetiko”, escribe Forbes. “El canibalismo es el consumo de la vida de otra persona para el beneficio propio”. Puede que actualmente el canibalismo no ocurra de manera literal —aunque se podría argumentar que alimentarnos de animales es una forma de canibalismo— pero ocurre masivamente en la forma en la que se ejecuta nuestro sistema económico. Miles de millones de personas viven entregando su jornada, toda su fuerza vital, persiguiendo una ilusión, una fantasía ajena, y en el proceso entregando su riqueza a unos pocos. Podemos ver un canibalismo en la voluntad de poder de conquistar el mundo y explotar la naturaleza; en el sobreconsumo y en la extracción de todos los recursos con el fin de obtener más ganancias personales (una especie de vampirismo también de la fuerza vital del planeta). Todo esto se hace en nombre de la civilización, un argumento colectivo que es la más crasa hipocresía. Cuando le preguntaron a Gandhi qué pensaba de la civilización occidental, contestó: “Creo que sería una buena idea”. Una buena idea que pese a algunos intentos no ha logrado materializarse. Resultado de imagen de la egofrenia
Al final de cuentas el egoísmo, o la egofrenia, es un canibalismo psíquico. Decimos que es una enfermedad espiritual o psicoespiritual porque centra toda la conciencia en una parte del cerebro e impide reconocer la profundidad de la mente (que no está constreñida sólo a un cuerpo, a la materia), es decir, se niega el aspecto espiritual del ser. “La civilización moderna padece un extremo dominio de los aspectos racionales e intelectuales de la mente, un desequilibrio que parece desconectarnos de la naturaleza, de la empatía y de nosotros mismos”, dice Levy.
Podemos creer que wetiko es sólo una forma, más o menos supersticiosa, de imaginar concretamente nuestro egoísmo. Pero es posible que aunque sea sólo una enfermedad mental pueda también contagiarse y replicarse en otras personas, como sugiere la teoría memética de Richard Dawkins. De cierta manera la información se comporta como un organismo vivo que busca perpetuarse, lo cual logra infectando a través de las ideas y el contenido mental (genes culturales) a otros organismos. Paul Levy sugiere que el wetiko opera como un virus mental que se esparce a través de nuestros puntos ciegos, de la mente subconsciente, y depende de nuestra propia ignorancia de lo que está sucediendo, es decir, de no ver que estamos siendo arrastrados por la importancia personal o la egofrenia. 
Levy compara el wetiko con el concepto de la Prisión de Hierro Negro del escritor Philip K. Dick. En sus visiones gnósticas Dick notó que “estamos en un tipo de prisión pero no lo sabemos”. Debemos darnos cuenta de que estamos encerrados en una cárcel y que existe una especie de simulación, generada por nuestra propia mente (infectada por un agente patógeno, “un falsificador del espíritu”), que se superpone a la realidad. “La Prisión de Hierro Negro es una vasta y compleja forma de vida que se protege a sí misma induciendo una alucinación negativa”.
La Prisión de Hierro Negro se replica creando a través de nosotros microextensiones de ella misma, “extendiendo su pensamiento androide (la uniformidad) cada vez más”. A lo que Levy agrega: "el pensamiento androide, esto es, pensamiento grupal robótico mecanicista (sin creatividad programada en su sistema) es una de las cualidades de la mente tomada por wetiko”. La enfermedad opera produciendo un sentido de aislamiento e independencia, de que estamos solos aquí adentro y el mundo allá afuera es salvaje y hostil. “Wetiko nos distrae explotando nuestra tendencia habitual inconsciente a ver la fuente de nuestros problemas como algo externo a nosotros”. Dick había escrito también que creer que existe una realidad objetiva separada de la mente que la observa sería “un terrible error intelectual”. Esto es importante porque esta creencia en un mundo objetivo es la raíz de nuestra separación —lo que sustenta un mundo dividido entre un sujeto y sus objetos— y es también el alimento que mantiene corriendo el programa del ego como una realidad absoluta.
Philip K. Dick escribió: “A veces me parece que el planeta está bajo un hechizo. Estamos dormidos o en un trance”. Dick creía que un demiurgo que había querido reemplazar la creación original divina había producido un mundo falso, una realidad espuria —pero lo había creado a través de nosotros. El demonio se había infiltrado en nuestra propia mente, al punto de hacernos pensar que es nuestra mente. (En este sentido puede ser útil recordar la visión del budismo tántrico de que los demonios son en realidad sólo las aflicciones de nuestra propia mente que se proyectan hacia afuera). Debido a que a final de cuentas el mundo es divino y perfecto, según Dick, el mismo demiurgo y su simulacro global —la Prisión de Hierro Negro o el mismo wetiko— son agentes de nuestra propia evolución, la enfermedad puede ser el detonador de un estadio de conciencia, de un reconocimiento de lo que es verdaderamente esencial en la vida. Se trata de descubrir que “hay un universo detrás del nuestro, oculto en su interior”. “El mundo no es sólo una falsificación, hay más: es una falsificación, pero debajo de ella yace otro mundo, y es ese otro mundo, ese mundo del Logos, que se filtra y rompe a través”. Dick dice que podemos acceder a ese mundo sin la necesidad de un sacerdote o intermediario. Para hacerlo debemos recordar (anamnesis) que nosotros no somos realmente egos en un cuerpo sino que nuestra naturaleza es la misma que la divinidad que hizo que se manifestara el universo en primer lugar, es decir que somos la totalidad. Es por ello que el camino —y Dick era un ferviente cristiano gnóstico— es liberarse de la importancia personal y no huir del sufrimiento consustancial del mundo, sino hacerlo sacrificio en la trascendencia del conocimiento de esta unidad divina. “Si es que existe la felicidad en el hombre, ésta viene de su renuncia voluntaria a su yo en favor de su participación en el destino de la unidad total”, escribió Dick. “El poder supremo de la compasión es el único poder capaz de resolver este laberinto”. Tenemos aquí una receta para escapar de la Prisión de Hierro Negro (de la Matrix) y al mismo tiempo curarnos de este virus llamado wetiko.
A fin de cuentas la noción de que somos egos o seres individuales separados del mundo es sólo un meme, quizás el meme más exitoso de la historia. Terence McKenna sugería que debíamos contrarrestar los efectos del egoísmo que estaba destruyendo el planeta esparciendo otros memes. En este sentido esparcir el meme de wetiko, es decir, hacer que nos demos cuenta de que padecemos esta enfermedad utilizando mecanismos de replicación de información, podría ser un poderoso remedio para tratar la psicosis colectiva que sufrimos.

Cada vida humana tiene una sombra
o  un tipo de virus de la mente (también llamado wetiko)
que establece las situaciones externas de nuestra vida
mientras se oculta en el interior.
 

 
La existencia de un virus que afecta a la mente de toda la humanidad - cada hombre, mujer y niño - en un primer momento puede parecer un concepto exagerado, pero es una idea que ha existido desde hace mucho tiempo en una gran cantidad de diferentes culturas.

La religión ha intentado resolver el problema del mal durante millones de años.

En el fondo de la madriguera de la investigación de la conspiración es muy probable que usted llegue al mismo tema - que hay alguna fuerza oscura coordinando las muchas agendas y esquemas nefastos que atestiguamos a diario en nuestro mundo.

Aunque sin duda hay seres y fuerzas externas que coordinan estos programas, incluyendo los linajes reales híbridos, ETs negativos, tales como los grises y reptilianos, entidades descarnadas como Djinn o Arcontes y una especie de inteligencia artificial auto-consciente,  en última instancia, tenemos que preguntarnos:
  • Es este mal en realidad una fuerza real fuera de nosotros mismos, o es más bien el inconsciente colectivo de la humanidad que aparece como su propia fuerza y entidad, pero no lo es?

  • Estamos infectados con la instalación de un virus real de la mente, como lo sugiere el guerrero chamán Don Juan de los libros de Castaneda?

  • ¿O estamos ante la sombra colectiva, las partes repudiadas, no queridas y no-reconocidas de nosotros mismos, que han sido empujadas hacia abajo y reprimidos tanto que se han trabado y que surgen como un monstruo que aparece como su propia forma de vida?



Paul Levy sobre el Wetiko, el Virus mental de la humanidad

Es una gran pregunta, y la respuesta no es necesariamente ni una ni la otra.
  Paul Levy, autor de Disipando el Wetiko - Rompiendo la maldición del mal , muestra un profundo conocimiento del tema del virus de la mente, y lo explora hablando del wetiko. 

El wetiko es un término indio americano nativo que describe a los malos espíritus.

De acuerdo con Paul, wetiko es un virus de la mente, pero a diferencia de otros virus, no  muta en sí mismo . 
Nos obliga a  a mutar engañándonos a identificarnos con él. Como cualquier virus, necesita un anfitrión para sobrevivir.

"El wetiko es un virulento patógeno psíquico que insinúa formas de pensamiento en nuestra mente que, cuando se actúa inconscientemente, se alimenta, y finalmente mata a su anfitrión (nosotros).

No quiere matarnos demasiado rápido sin embargo, para poner exitosamente en práctica su programa de reproducir y propagarse por todo el campo, debe dejar que el anfitrión viva el tiempo suficiente para propagar el virus.

Si el anfitrión muere demasiado pronto, el bicho sería desalojado antes de tiempo y sufriría el inconveniente de tener que buscar una nueva residencia".
Esto, por supuesto, es prácticamente idéntico a lo que don Juan tenía que decir sobre los Voladores de barro de las Sombras (Arcontes):
"De hecho, ¡somos mantenidos prisioneros!

Esto era un hecho energético para los chamanes del México antiguo... Tenemos un compañero para toda la vida... Tenemos un depredador que vino de las profundidades del cosmos y se hizo cargo de gobernar nuestra vida. Los seres humanos son sus prisioneros. El depredador es nuestro amo y señor".

"Los depredadores nos dieron su mente, que se convirtió en nuestra mente... Nos ha hecho dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestra protesta. Si queremos actuar independientemente, exige que no lo hagamos así."
Lo que sigue son algunas citas directas y paráfrasis aproximadas de la presentación de Paul



Hasta que hagas consciente el inconsciente,
éste dirigirá su vida y lo llamarás destino.
Carl Jung




¿Cuál es el origen de el Wetiko?
"El origen del wetiko es la psique, el inconsciente colectivo."

"[El wetiko] se explica sincrónicamente a sí mismo a través del medio del mundo exterior... es como si este virus que está en el inconsciente colectivo de alguna manera se extiende y, de hecho configura los sucesos externos a fin de… expresar algo que está sucediendo dentro de nosotros."

"Funciona a través del inconsciente, del punto ciego, de la sombra. Actúa en la vida, sin embargo se esconde en el proceso."
Esta es una manera brillante de encapsular la esencia del virus de la mente.

Es un maestro de la distracción, haciéndonos mirar fuera de nosotros mismos y que pensemos que hay cuestiones y problemas, en lugar de mirar hacia adentro. Nos encontramos con personas o grupos fuera de nosotros mismos que responden a nuestras proyecciones del mal o la oscuridad, entonces falsamente creemos que la oscuridad está (sólo) fuera de nosotros mismos.

Esto se convierte en un circuito de retroalimentación que se auto-perpetúa, donde llegamos a ser propagadores inconscientes del wetiko. Estas ideas están exactamente en línea con lo que el famoso psicólogo Carl Jung dijo sobre la sombra.

Jung dijo que,
"Hasta que el inconsciente se vuelva consciente, va a dirigir su vida y usted lo llamará destino.
Las cualidades y aspectos que no nos gusta reconocer o amar en nosotros mismos son las que juzgamos, criticamos y atacamos en otros.




¿Existe realmente el virus de la mente, el wetiko?
¿Existe realmente una sombra?




¿Existe Realmente el Wetiko?
"El wetiko en última instancia no existe. No tiene existencia objetiva intrínseca, sin embargo puede destruir nuestra especie.

El wetiko es una ceguera que cree que es vidente, y arrogantemente cree que es más previsor que cualquier otra persona (en el país de los ciegos, el tuerto es el rey). "
Paul cree que el wetiko no tiene existencia ontológica fundamental propia.

Sin embargo, si esto es cierto, tenemos que tener cuidado de no dejarnos llevar por una falsa sensación de seguridad acerca del virus de la mente. El hecho de que no puede existir de forma independiente no quiere decir que no sea poderoso.

Algunas personas están tan superadas por la sombra - cayendo en depresión, adicción, compulsión y esquizofrenia - que son conducidas al suicidio.

Este virus de la mente es, sin duda, lo suficientemente fuerte como para conducir a algunas personas a quitarse la vida simplemente con la esperanza de llegar a liberarse de él.

Curiosamente, este concepto de que "el tuerto es rey en la tierra de los ciegos" también ha ido apareciendo últimamente en la obra de David Icke. David usa la metáfora en su último libro El Ser Fantasma para describir el virus de la mente como un tipo de virus informático  que ha hackeado la vida misma.

También lo etiqueta como ciego, diciendo que la única manera en que puede ganar la ventaja sobre nosotros es bajándonos más abajo de su nivel, y ya que si ambos operamos a nuestra máxima capacidad, el virus no sería rival para nosotros.



El virus wetiko de la mente,
como el caballo de Troya:
¿un truco o un regalo?




El Wetiko haciéndonos ver el Exterior - ¿Un Truco o un Regalo?
"¿Está el wetiko destruyéndonos o despertándonos? Depende de cómo lo soñamos. Es un virus imaginado."

"Si no reconocemos lo que nos está mostrando, el don que nos está dando a nosotros, entonces nos va a matar. Es como un espejismo letal. Pero una vez que lo reconocemos, e identificamos a él y a sus trucos, entonces se disolverá en la nada de la que surgió".
Si no se controla, el virus de la mente es endémico, y puede destruir su vida y provocarle incalculable sufrimiento y miseria...

Sin embargo, si el virus de la mente no tiene voluntad o existencia propia, entonces es realmente SU fuerza vital, atrapada y distorsionada, la que está causando el caos. 

Paul sugiere que si nosotros vemos al wetiko ya sea como un enemigo astuto que está allí para destruirnos, o como un desafiador atrevido para provocarnos y empujarnos a una conciencia más llena, es un asunto de perspectiva.

Obviamente, es más empoderador ver las situaciones creadas y los resultados del virus de la mente como dones en lugar de como maldiciones o cargas, ya que la primera vista nos puede impulsar a convertirnos en mejores personas, mientras que lo último nos podría conducir a la ira y el odio.

Vamos, al menos, a tener esa opción, pero a menos que ya seamos un individuo totalmente despierto o iluminado, aún no tenemos la opción de invitar o desinvitar al wetiko en nuestras vidas.

Ya está aquí, y no va a desaparecer, a menos hasta que la última pizca de sombra sea completamente mencionada.




¿Cómo derrotar al Wetiko?
"La única manera de derrotar al wetiko es encontrar el lugar en el interior de uno mismo que es invulnerable al wetiko. Si usted lucha con él, usted se convierte en él."

"¿Cómo lidiar con un demonio? Encuentre su nombre. Una vez que lo nombre, pierde su poder."

"Imagínese despertar en el sueño y juntar todo su poder de sueño con otros individuos despiertos."



"¿Cómo puedo ser sustancial
si no Proyecto una sombra?"
"Debo tener un lado oscuro también
si he de ser completo."
Carl Jung


La manera de derrotar al wetiko radica en la comprensión de que sólo tiene poder cuando está oculto.

El virus de la mente se oculta de nosotros engañándonos a juzgar y etiquetar, e identificándonos con la forma/materia y no con la energía/consciencia más real. La solidez del mundo es ilusoria y es sólo un producto de nuestra conciencia.

Nos apegamos a nuestra identidad, pero en un mundo en constante cambio, donde las cosas nunca siguen siendo las mismas, esto es una receta para el sufrimiento. Nos engañan a pensar que tenemos que defender alguna posición mental o una idea de nosotros mismos, cuando, al final, es sólo una pérdida de nuestra energía.

Somos engañados a pensar que tenemos que luchar contra algo para cambiarlo, cuando el acto mismo de luchar crea un campo de resonancia con aquello contra lo que se está luchando, y por ello lo fortalecemos y nos convertimos en él.

Cuando Paul habla de "encontrar el lugar dentro de invulnerabilidad" y "nombrar al demonio", él no está diciendo nada que no hayan dicho ya los grandes maestros y profetas espirituales.

Muchos de ellos han destacado la importancia de la meditación, el silencio interior, de convertirse en el vigilante u observador y distanciarse de esa desquiciada voz en su cabeza.

'Nombrar al demonio' es ser el observador. Ser "encontrar un lugar de invulnerabilidad" es recordar Quién Es Usted - una parte individualizada pero potente de Todo lo que Es.

Superar la sombra es todo acerca de integración, no destrucción. No se puede destruir el "lado oscuro" - éste siempre estará allí como parte de un todo en contraste al amor, para que podamos saber lo que es amar de verdad.

El camino espiritual es acerca de sanar cualquier división que sostenemos dentro mediante la integración de las partes disociadas de nosotros mismos en un todo plenamente consciente. 



 "Uno no se vuelve iluminado
imaginándose figuras de luz,
sino haciendo consciente la oscuridad."
C.G. Jung




Conclusión - Aprender a detectar el virus Wetiko de la mente dentro de sí mismo

Como Eckhart Tolle escribe en su libro El Poder del Ahora, es mejor referirse a la oscuridad como el inconsciente en vez de el mal, porque "el mal" como una descripción, más connota con la separación en lugar de la inclusión, y por lo tanto disminuye la probabilidad de integración.

La solución definitiva al problema del wetiko es verlo en uno mismo.

Siempre será más fácil verlo en otros, pero mientras nos mantenemos enfocados en cambiar a otros, nosotros descuidamos el trabajo fundamental de la sombra que tenemos que hacer nosotros mismos. Sólo usted puede integrar su propia sombra.

Sentimos mucho dar la noticia a todos los multimillonarios por ahí, pero el trabajo de la sombra no puede ser externalizado. Nadie más puede hacerlo por usted, no importa cuán rico, persuasivo, empresarial, encantador, atractivo, hermoso o inteligente usted sea.

En este sentido, todos somos iguales.

La muerte y el virus wetiko de la mente, nivela el campo de juego humano, más allá de todas las categorizaciones y clases.

Ambos son una parte inevitable de la vida, y ambos deben ser afrontados sin temor si vamos a movernos a nuestro verdadero poder y completa conciencia…

EL INFIERNO ESTÁ VACÍO Y TODOS LOS DIABLOS ESTÁN AQUÍ William Shakespeare

"Los brujos del México antiguo estaban bastante incómodos con la idea de que [el depredador] hizo su aparición en la Tierra.

Ellos razonaban que el hombre debe haber sido un ser completo a un cierto un punto, con ideas estupendas, hazañas de conciencia que son leyendas mitológicas en la actualidad. Y entonces, todo pareció desaparecer, y ahora tenemos a un hombre sedado.

Lo que estoy diciendo es que lo que tenemos en contra de nosotros, no es un simple depredador.

Es muy inteligente y organizado. Sigue un sistema metódico para inutilizarnos. El hombre, el ser mágico que está destinado a ser, ya no es mágico. Él es una pieza promedio de carne.

Ya no hay más sueños para el hombre, sólo los sueños de un animal que está siendo criado para convertirse en un pedazo de carne: Trivial, convencional, imbécil.

Para mantenernos obedientes y mansos y débiles, los depredadores se comprometieron en una estupenda maniobra. Estupenda , por supuesto, desde el punto de vista de un luchador estratega.

Una maniobra horrenda desde el punto de vista de quienes la padecen. ¡Ellos nos dieron su mente! ¿Me escuchas? Los depredadores nos dieron su mente, que se convirtió en nuestra mente.

La mente del depredador es barroca, contradictoria, malhumorada, llena con el temor de ser descubierto en cualquier momento.

Piensa por un momento, y dime cómo explicaríamos las contradicciones entre la inteligencia del hombre el ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la estupidez de su comportamiento contradictorio.

Los hechiceros creen que los depredadores nos han dado nuestros sistemas de creencias, nuestras ideas de bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas y sueños de éxito o fracaso.

Ellos nos dieron la codicia, la avaricia y la cobardía. Son los depredadores quienes nos hicieron complacientes, rutinarios y ególatras."


 
El depredador y la política del engaño
Toda mi vida he luchado por los derechos de los animales, y he enfrentado a muchos retos, triunfos y derrotas, pero ahora, cuando miro hacia atrás al éxito y el fracaso, emerge una perspectiva diferente de la realidad.




Recuerdo lo aliviado que estaba yo cuando fueron abolidos los deportes sangrientos, cuando fue abolida la caza con perros en el Reino Unido. Sin embargo, no me tomó mucho tiempo para darme cuenta de que la legislación no tenía dientes... y nunca pretendió tenerlos.

Los orcos en su uniforme de muerte sangrienta todavía continúan matando a inocentes criaturas con la bendición de sus amos satánicos, la élite pedófila. 
 
Ellos todavía siguen rompiendo la ley, violando la propiedad privada; destrozando cualquier desafortunada criatura que se cruza en su camino, y ponen a los automovilistas en riesgo cuando sus perros hacen un motín en una carretera muy transitada. Y los guardianes del status quo... los policías corruptos, miran para otro lado.

Pero los experimentados activistas de derechos de animales conocen la puntuación masónica, y cómo el depredador se retuerce y retuerce a través de los agujeros de gusano del hollín de la corrupción para buscar su voluntad en contra de los pueblos.




La falsedad del cambio
Muchos de nosotros todavía creemos que la acción directa y la confrontación con el status quo puede facilitar el cambio para el bien de todos.

Pero nada ha cambiado desde que comenzó el tiempo. La humanidad está siendo egoísta, brutal e irreflexiva, y nada va a cambiar en este abismo de opuestos, ya que nuestra realidad es una construcción gobernada por la parasitaria mente del ego.

Podemos apuntar a este o aquel éxito, pero tomando al mundo en su conjunto, nunca ha sido tan satánico, contaminado y degradado.





El Servicio a Si Mismo del Ego de Polaridad
Hay una gran cantidad de variación en 
el juego de la Matrix, y el movimiento de derechos de los animales es un buen ejemplo de todos los movimientos "progresistas", revoluciones de colores y 'lucha' para lo que sea. 

Los derechos de los animales tienen muchos parientes de colas de camisa: 
  • el líder egoísta y carismático que divide más que unir
  • la auto búsqueda de complejo de mártir
  • la justa indignación de la brigada de los perros y gatos, que nos dicen que aman a los animales, pero no piensan nada de consumir un cordero muerto, o un encerrado becerro de ternera que nunca ha visto la luz del día.
Estos fractales son un peso de anclaje para cualquier movimiento espiritual, y a menudo destruyen desde el interior.

Son impulsados por el ego, bolsas sin sentido de apetitos retorcidos, la Conciencia Impostora del depredador parasitario:
mi carne, mi sexo, mi pinta y mi cuarto-barraca de opiniones "intelectuales"...



El parásito llamado "Yo"
El problema de la Humanidad es 
el  guardián, el parásito, el asesino espiritual a sueldo de nuestra especie. El Vigilante en el umbral de nuestra inmortalidad. El temeroso ego "yo", que nos mantiene encerrados en el abismo, y el juego de 'nosotros y ellos'.

El Vigilante es el siervo del enemigo de la vida, y la tercera dimensión es su patio de recreo.

La mirada de los ojos de la serpiente es hipnótica, y puede y participa de nuestras mentes, y vive su vida de auto gratificación a través de nuestra conciencia y emociones... hasta que morimos.

Es la voz de distracción parloteando, el guardia de la puerta que conduce al Todo, el implante reptil que ha usurpado nuestra divinidad. Sólo los necios piensan que la Ley de la Dualidad: La ley de polaridad puede cambiar.

No puede haber una utopía en la dualidad, en el mundo del depredador sólo hay "yo", mío y de mí. 

Los seres humanos son todo acción y reacción [dualidad] y de la forma en que el juego está amañado, nosotros acumulamos deuda energética que nos atrae a volver vida tras vida en el brutal juego del abismo. El péndulo oscila hacia atrás y adelante, siglo tras siglo, y el hombre, el animal de granja sale de las cuevas y se mete de vuelta a ellas... ad infinitum y ad nauseam

No nos damos cuenta que tenemos una mente parásita, y la causa de los problemas en el mundo es energética.

El conflicto es espiritual, y el mundo que se manifiesta es un reflejo de nosotros mismos; nuestra conciencia impostora del derecho hereditario para cicatrizar y violar el mundo de los vivos. 


 


Conciencia del tercer tipo
"El mundo no va a evolucionar más allá de su actual estado de crisis utilizando el mismo pensamiento que creó la situación."
Einstein
Hay algunos de nosotros que tienen un amor innato por el planeta.

Nuestros corazones se rompen a medida que desaparecen las naciones de mariposas, su hábitat restante destruido por una maldita carretera o una pieza inútil de mueble; y cuando el último rinoceronte blanco en el planeta tenga que ser protegido de la depredación de la bestia más cruel que ha pisado esta tierra... la extinción se avecina sobre nuestro horizonte. 

Pero muy pocos de nosotros parecemos tener este entendimiento... esta conexión planetaria. Tal vez hay un conocimiento interior, la conciencia en un nivel más profundo de que "Ese eres tú" (ver Una Realidad Satánica).

O tal vez ya en un nivel consciente nos hemos re-conectado con el Todo... 
 



La solución
Una vez dejamos la energía del 'juego de nosotros y ellos' y re-tomamos nuestro poder, con vigilancia e introspección, podemos superar los dictados parasitarios de la mente reptil.

Podemos dejar fuera la incitadora voz susurrante de 'Sin', la Luna, y ver los acontecimientos que se desarrollan en este planeta, y en nuestras propias vidas sin contemplación dual. 

En palabras de Krishnamurti: 
La verdad es la verdad, una, sola; no tiene partes, no hay caminos; todos los caminos no conducen a la verdad.

No hay un camino a la verdad, ésta debe venir a usted. La verdad puede venir a usted sólo cuando su mente y su corazón son simples, claros, y hay amor en su corazón; No si su corazón está lleno de las cosas de la mente.

Cuando hay amor en su corazón, usted no habla de organizarse para la fraternidad; no habla acerca de la creencia, usted no habla de la división o los poderes que crean división, no necesita buscar reconciliación.

Entonces usted es un simple ser humano sin una etiqueta, sin patria. Esto significa que debe despojarse de todas esas cosas y permitir que la verdad venga a la existencia; y sólo puede venir cuando la mente está vacía, cuando la mente deja de crear.

Entonces vendrá sin su invitación. Entonces vendrá tan rápido como el viento y sin saberlo. Viene oscuramente, no cuando usted está vigilando, queriendo.

Estará allí tan repentina como la luz del sol, tan pura como la noche; pero para recibirla, el corazón debe estar lleno y la mente vacía.
En la quietud de la mente cuando la tormenta no es más, vamos a volver a ser soberanos, y darnos cuenta de que somos el Todo. Luego, cuando actuamos sobre la realidad, tenemos claridad, y el poder del multiverso detrás de nosotros para afectar la frecuencia de nuestro mundo.

Este es el camino del guerrero mago.


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