ANOMALIAS EN LAGO VOSTOK
Recientemente han habido varios informes de prensa acerca de una anomalía descubierta en la región antártica cerca de lago Vostok. Al parecer, el sitio ha sido cerrado a los medios de comunicación y a otros científicos debido a las "preocupaciones ambientales". El hecho de que la NSA ha asumido jurisdicción sobre un sitio ambientalmente peligroso está levantando las cejas sobre que puede estar ocurriendo allí.
Robert (Bob) Dean un ex oficial de la OTAN dijo lo siguiente en una de sus entrevistas antes de morir :"Ustedes saben, ellos han clasificado el LAGO VOSTOK (llamado así porque esta cerca de la estación de los Rusos – A.A.), se lo quitaron al JPL (Jet Propulsión Laboratory) quien lo estaba monitoreando con satélites . Conoce lo del Lago Vostok...en la Antartica? Bajo el hielo en la Antártica hay un Lago de agua fresca. (VOSTOK)....bien abajo bajo el hielo...de 100 millas de largo (160Kms) por 50 millas de ancho (80 Kms), agua fresca, la temperatura en el lago es de 65 grados Fahrenheit (18 grados Celsius), bastante placentera para nadar"
"Pero, en una punta del Lago hay una gigantesca masa metálica ..¡Una masa concentrada de metal...Muy similar a la masa metálica concentrada que descubrieron en la Luna…! .…una gigantesca forma circular de un objeto metálico bien profundo en el hielo al final/en la punta del lago Vostok...altamente clasificada...JPL lo tenia...NSA se lo quito a JPL…es una de las mas sensitivas cosas en el mundo de hoy…esa anomalia que esta al final del lago, la concentracion metalica concentrada que es tan facilmente captada por los satelites…Esta ahora clasificado como, Top Secret..."
Fuente: Project Camelot
La noticia más intrigante que provino de la Antártida antes del apagón informativo tuvo que ver con el descubrimiento de una extremadamente potente "anomalía magnética" ubicado en el extremo norte de la costa del lago. Este descubrimiento dio lugar a mucha especulación y comparaciones con el ficticio TMA-1 (Tycho Magnetic Anomaly-1) en la película 2001: una odisea del espacio y la película de John Carpenter 1982, "The Thing"
El periódico electrónico Antarctic Sun (www.polar.org), que pronto se convirtió en la principal fuente de información sobre la anomalía magnética del lago Vostok, declaró que durante el vuelo inicial de SOAR (Oficina de Apoyo para la Investigación de Aero-física), aspirando a la realización de resonancia magnética en el área, el magnetómetro registró un incremento de 1.000 nanoteslas más allá de los 60.000 nanoteslas que caracterizaba a la Estación Vostok. Los científicos esperaban encontrar anomalías magnéticas en el rango de 500 a 600 nanoteslas en áreas donde se puede encontrar material volcánico, pero los rangos encontrados fueron simplemente sorprendentes. "Esta anomalía es tan grande que no puede ser el producto de un cambio diario en el campo magnético,", dijo Michael studing, uno de los investigadores involucrados en el mapeo.
También fue importante la magnitud de la anomalía: 145 por 74 km. cuadrados. Según el equipo geológico de la misión, el tamaño de la anomalía y la severidad señala al hecho de que los cambios geológicos habían tenido lugar bajo el lago, sugiriendo la posibilidad de que era un lugar donde "la corteza terrestre era más delgada".
El trabajo del profesor DeLaurier habla de la existencia de una estructura tan vasta que desafia la imaginación — un pan quasi-cilindrico de un objeto que mide 105 kilómetros de largo por 105 kilómetros de grosor en una asombrosa profundidad de 129 kilómetros. La enorme estructura había sido detectado por equipos sísmicos ubicado en Alert, uno de las estaciones Distant Early Warning (DEW) de Estados Unidos-Canadá en el desierto del Ártico. Estudios mostraron que el objeto, el cual se mezcló con el manto y la corteza de la tierra, era la fuente de algún tipo de perturbación, similar a la situación encontrada en el lago Vostok, treinta años más tarde, afectando el campo magnético en las instalaciones de Alert y "induciendo un fuerte flujo de electricidad".
Fuentes oficiales no han proporcionado mucha información adicional respecto al misterioso lago Antártico, y los estragos de controversia cruzan Internet, mientras cientos de opiniones diferentes chocan sobre la naturaleza de los acontecimientos en esta remota localización.
Mientras tanto: Barbara Marciniak y su Pleiadians escribió acerca de una civilización muy antigua y evolucionada, cuyos restos están enterrados bajo el casquete polar en la Antártida. Esta civilización existió hace más de 500.000 años.
Por tanto, que está sucediendo allí hoy. Quizás esta antigua civilización tenían avanzadas tecnología nuclear para su base, probablemente para sus balizas de comunicaciones, y este equipo ahora puede tener fugas y esta amenazando a toda la región. Esta antigua civilización fue de otra galaxia y similares a nosotros, pero no humanos. La civilización existió hace medio millón de años y partieron hace unos 300.000 años, cuando nuevas guerras cósmicas estallaron por el control de este planeta. La base fue abandonada y ha estado desde entonces bajo el hielo.
Información sobre esta base vuelve a ser mantenido en secreto a la gente para perpetuar la negación de nuestra antigua historia y nuestra relación con otras razas cósmicas.
A principios de marzo de 2001, una canalizadora (una especie de contactada) de U.S. conocida como Lady Kadjina respondió a una serie de preguntas sobre el misterio del lago Vostok. En cuanto a la naturaleza de la anomalía magnética, ella declaró que mucho antes de que la Antártida se convirtiera en hielo, el continente había sido usado como un sitio de aterrizaje por extraterrestres. Los siempre benevolentes extraterrestres construyeron lo que podríamos llamar un Observatorio, explicó la canalizadora, equipado con un dispositivo de señalización capaz transmitir mensajes codificados. Más y más de esos observatorios serían descubiertos en próximos meses, y los gobiernos de la Tierra tratarían de aprovecharlas. Lady Kadjina añadió que el Observatorio contiene cristales enormes que presenta un cierto tipo de magnetismo, que había sido empleado como un sistema de orientación para que grandes naves espaciales pudieran aterrizar en esa localización.
Para algunos investigadores (Charles Hapgood, Graham Hankook, Flavio Barbero), quienes apoyan la teoría Atlántida en Antártida, la anomalía magnética podría ser causada por las ruinas metálicas de una enorme ciudad que fue quemada y destruida hace milenios.
Según estas hipótesis, la Antártida fue habitada por el hombre en épocas remotas, pudiendo gozar de un clima templado, incluso cálido. Estas afirmaciones se basan en el hecho de que, según varios climatólogos y geólogos, el polo norte pudo haberse encontrado al sur de las actuales islas Aleutianas hasta el noveno milenio antes de Cristo, por lo que la Antártida se habría hallado relativamente lejos del Polo Sur, con un clima bastante templado. Una enorme catástrofe, quizás causada por la caída de un meteorito en la Tierra, habría producido el desplazamiento del eje terrestre, el derretimiento de los enormes glaciares del hemisferio boreal y la consiguiente glaciación repentina de la Antártida. Muchos pueblos de la Tierra recuerdan este cataclismo como el diluvio universal, y lo relataron, transmitiéndolo hasta hoy.
Según el psíquico estadounidense Edgar Cayce, los atlantes escondieron en su continente perdido un enorme cristal que sería su fuente energética durante muchísimo tiempo. Para algunos investigadores que apoyan la teoría de las civilizaciones antediluvianas, la anomalía magnética del lago Vostok sería justamente el cristal descrito por Cayce.
Uno de los investigadores más polémicos, que postuló una teoría todavía más extraña de la llamada Atlántida en Antártida, fue el chileno Roberto Rengifo, quien en sus obras Los Chiles (1921) y El Papel del Territorio de Chile en la Evolución de la Humanidad prehistórica (1935), sostiene incluso el origen antártico de la especie humana.
Según Rengifo, un terrible cataclismo obligó a los sobrevivientes antárticos a emigrar hacia Suramérica, África y Australia. Una de las pruebas que apoyarían esta teoría sería el hallazgo arqueológico de Monte Verde, cerca a Puerto Montt, en Chile, donde se encontraron restos humanos de 33 milenios de antigüedad. Otra de las pruebas indirectas en pro de la teoría de Rengifo serían los extraños mapas que se trazaron en el siglo XVI, como los de de Piri Reis (1513) y Oroncio Fineo (1531), que ofrecen detalladas descripciones topográficas de las costas antárticas, cuando en cambio el continente antártico fue oficialmente descubierto y trazado en mapas solo a partir del siglo XIX.