William Wallace, la historia real de Corazón Valiente



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El pueblo de Escocia considera a William Wallace como el salvador de su nación. Pero hay detalles del guerrero conocido como “Corazón Valiente” que son más ficción que historia. 11 de septiembre de 1997, los ciudadanos escoceses votan en un referéndum para apoyar la creación de un nuevo parlamento escocés, algo que no han tenido en 300 años. Un Parlamento propio luego de siglos de dominación inglesa. Un motivo de tales esfuerzos es el resurgimiento del orgullo escocés, estimulado por la película Corazón Valiente de Mel Gibson que narra la historia del héroe nacional de Escocia, William Wallace. ¿Cómo pudo contribuir un hombre muerto hace más de 700 años a un golpe político sin violencia en la Europa del siglo XX? ¿Fue este hombre o su mito la motivación detrás de los cambios? EL NACIMIENTO DE UN HEROE Año 1286, Escocia era una nación libre y pacífica, el monarca Alejandro III había reinado en una conservadora sociedad feudal durante 37 años. Su país prosperaba gracias al comercio de lana con Europa. Una noche de marzo de 1286, bajo negras nubes de tormenta, Alejandro debió asistir a una reunión con sus consejeros en el castillo de Edimburgo. Ansioso por pasar la noche con su joven esposa Yolanda, a pesar de las súplicas para que no lo hiciera, se arriesgó a tomar un atajo por peligrosos riscos en donde perdería la vida trágicamente. Tras su muerte, Alejandro sólo dejó una heredera directa, su nieta Margaret, de 3 años, conocida como “la doncella de Noruega”. Pero en 1290 la doncella murió en una isla remota en ruta a un nuevo reino. En Escocia no había heredero alguno al trono, sus líderes debieron mirar varias generaciones atrás en busca de descendientes de algún antiguo rey de Escocia lo cual inició una ardua lucha por el trono. Catorce hombres alegaron tener derecho al trono. Había dos contendientes principales: John Balliol y Robert Bruce, ambos de familias igualmente prominentes. La amenaza de guerra civil asechaba en el otoño de 1290, en medio de tan tensa situación surgió el entonces rey de Inglaterra Eduardo I, quién se presentó como el hombre que podía elegir al nuevo gobernante de Escocia… era como la incursión de un león en un rebaño de ovejas. Eduardo I, también conocido como “Longshanks” que significa Zanquilargo o Piernas Largas por su gran estatura, había encabezado sin piedad la expansión del reino de Inglaterra para conquistar Gales, no había mostrado mayor interés en Escocia pero vislumbró una gran oportunidad para anexarse otra nación. Mayo de 1291, Eduardo exigió que todos los pretendientes al trono debían antes reconocerlo como el supremo líder y a quien deberían servir. Por temor al ejército de Eduardo, los escoceses accedieron. Luego, comenzaron las largas deliberaciones del rey inglés. El 12 de noviembre de 1292 eligió a John Balliol como el nuevo rey.


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 Eduardo I En 1294, Eduardo amenazó con involucrar a los nobles escoceses en su nueva guerra contra Francia. Posteriormente, a finales de 1295, los nobles escoceses acudieron al enemigo de Eduardo, al rey Felipe IV de Francia, en busca de ayuda. Escocia y Francia negociaron un tratado a sabiendas de que el rey inglés lo consideraría como un acto de guerra. Los escoceses ratificaron el tratado en febrero de 1296 y de inmediato formaron un ejército para invadir el norte de Inglaterra. En respuesta, Eduardo, a sus 58 años, llevó sus fuerzas a una de las principales ciudades de Escocia. Su ejército atacó sin piedad alguna matando a hombres, mujeres y niños y arrojando sus cuerpos al mar. El ejército escocés se enfrentó al inglés el 27 de abril de 1296. Fue diezmado, lo que dejó a Escocia totalmente indefensa. El ejército de Eduardo llegó al norte y así Escocia dejó de ser un país independiente. El rey John fue capturado, llevado ante el monarca inglés y obligado a renunciar al trono y al tratado con Francia. El emblema real le fue literalmente arrancado de sus vestiduras y fue encerrado en la Torre de Londres. Eduardo también se adueño de la roca del destino, la histórica roca sobre la que los reyes escoceses tradicionalmente comenzaban su reinado. Sin embargo, no todos los escoceses accedieron a someterse. En la primavera de 1297, comenzaron a producirse rebeliones en toda Escocia. Al nordeste, Adrew Murray, héroe de una noble familia, logró reunir un ejército. Al sudoeste, varios nobles prominentes se congregaron para iniciar una rebelión y entre ellos estaba Robert Bruce, el nieto de 22 años de uno de los pretendientes originales al trono. Aunque los nobles capitularon antes de comenzar la batalla, sus tácticas dilatorias permitieron que se formara otro grupo de rebeldes que se ocultaba en los espesos bosques de Celkirk. Este grupo de guerrilleros, pobremente vestidos, no era liderado por un noble sino por un desconocido plebeyo: William Wallace. LA BATALLA POR LA LIBERTAD En 1296, el ejército inglés diezmó al ejército escocés y continuó su guerra contra los franceses. Para financiar la guerra Eduardo les cobraba impuestos a los escoceses y los reclutaba en su ejército. Luego, en la primavera de 1297, surgió un nuevo héroe del crepúsculo de los campos escoceses, William Wallace, era un hombre envuelto en el misterio. La leyenda William Wallace, tal como se conoce hoy, es en gran parte trabajo del poeta Blind Harry (Harry el ciego). Harry escribió en la década de 1470, más de 150 años después de la muerte de Wallace. Viajó de pueblo en pueblo narrando y cantando relatos del héroe escoses a cambio de comida y dinero. Para redactar su épico poema de Wallace, Blind Harry recolectó diversos relatos y cantares de tradición oral y los compiló en una vibrante y maravillosa obra en la que se enaltecía el inmenso valor de este hombre a la hora de combatir a los ingleses. Historiadores y estudiosos aún discuten hoy en día acerca de cuánto del poema de Harry es creíble. De acuerdo a Blind Harry, el aguacil inglés de Lanark mató a la esposa de Wallace, quien no tiene nombre. Escritos posteriores le dan a su esposa el nombre de Marion Braidfute. De allí se infiere que Wallace mató al alguacil y luego se alzó contra los ingleses debido a la muerte de su esposa. Sin embargo, no existen evidencias sólidas de que Wallace haya tenido relación alguna con Marion Braidfute ni de que la venganza fuera el motivo para matar al aguacil de Lanark. De hecho, no se sabe casi nada con certeza de la vida de William Wallace antes de que matara al alguacil ni siquiera de cuándo y dónde nació. Muchos escoceses piensan que nació cerca de 1270, Blind Harry señala que el padre de William era Sir Malcom Wallace de una familia de pequeños terratenientes que llegaron a Escocia en el siglo XII. Sin embargo, un reciente y sorpresivo hallazgo demuestra que Blind Harry estaba errado acerca de los orígenes de este guerrero. En 1998, un investigador de Glasgow terminó su estudio a fondo del sello personal de Wallace, incluso del reverso no visto por mucho tiempo. Entre otros símbolos se revela el del arquero, lo que podría decir que este era militar o tal vez un simple cazador. Siendo el hijo menor, Wallace no podía heredar las tierras de la familia, debía abrirse camino por sí sólo en el mundo. Sus actos posteriores indican que fue bien educado. Algunos historiadores sugieren que fue educado en la abadía de Paisley y que era un hombre muy instruido para su época, hablaba varios idiomas, entre ellos francés, inglés y latín. Sin embargo, las duras circunstancias de su época pudieron haberlo convertido en un forajido de los caminos. Existe cierto relato de 1296 que se refiere a un tal William Wallace, ladrón, que podría haber sido o no el mismo hombre. Muchos historiadores y cronistas coinciden en que era un hombre de gran estatura aunque no existe retrato alguno de esa época. Su supuesta espada, guardada en un castillo de Escocia durante 550 años, mide 1,65 mts. de longitud

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